Después de la comunidad de Punta Mona, la irregular playa que la caracteriza se transforma en una costa que inicia con una curvatura para luego abrirse y extenderse de forma más regular hasta Gandoca. Aquí la playa es de arenas grises y con oleaje fuerte.
De Gandoca hacia el sur la playa se prolonga hasta la desembocadura del Río Sixaola, que sirve de límite con Panamá. Este último tramo costero tiene poco más de ocho kilómetros y es muy apropiado para realizar caminatas y observar la rica biodiversidad de sus ecosistemas.
También Gandoca es ideal para la observación del desove de la tortuga Baula, época de abril a agosto. Caminar desde Gandoca hasta Manzanillo toma unas tres horas. Esta playa ha sido galardonada con la Bandera Azul Ecológica, lo que la identifica como una playa limpia y segura.